Likes, vistas y teorías: la huella digital del Rancho Izaguirre

El caso de este sitio en Teuchitlán es crítico para México por los crímenes que implica, pero también por revelar la desconfianza estructural hacia las autoridades y el poder de las narrativas digitales; esta visualización pretende documentar la charla pública

Michelle Natalie Raible Quiñones

En marzo de 2025, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó en el Rancho Izaguirre, del municipio de Teuchitlán, fosas clandestinas, crematorios y lo que sería un presunto campo de adiestramiento vinculado al crimen organizado. Se estima que por el sitio pasaron alrededor de 1,500 jóvenes, muchos sometidos a prácticas violentas como tortura y, según algunas versiones, hasta presunta extracción de órganos. Aunque la Fiscalía de Jalisco asumió la investigación, familiares y colectivos denunciaron alteraciones en la escena del crimen. El caso ha sido cubierto por medios como El País, France 24 y N+, y ha generado una oleada de contenidos en redes sociales, marcada por el morbo, la confusión y narrativas contradictorias.

El hallazgo cimbró a la opinión pública y encendió las alertas sobre la violencia en el país. Pero, más allá de los datos forenses y las cifras oficiales, este caso también ha dejado una profunda huella digital. ¿Cómo se habla del Rancho Izaguirre en internet? ¿Qué emociones despierta? ¿Quiénes toman la voz para narrarlo?

Con esas preguntas como punto de partida, se desarrolló una visualización interactiva publicada por Tableau disponible aquí, basada en un análisis cuantitativo de contenidos generados en YouTube.

La visualización permite explorar un mapa de videos sobre el tema, con filtros por número de vistas, likes, categoría y fecha de publicación, además de una línea del tiempo que muestra cómo ha evolucionado el interés a lo largo de los meses.

Esta visualización muestra en qué canales de YouTube se publicaron videos acerca del Rancho Izaguirre en el periodo señalado en el eje horizontal. Los colores representan el tipo de contenido habitual del canal (el azul claro es la categoría Noticias y Política, mientras que el rojo es Música, etcétera). El tamaño del círculo indica la cantidad de likes. La posición en el eje vertical indica la cantidad de vistas.

Un rastro de contenido y emociones

Para crear esta visualización, se recopilaron datos de 235 videos etiquetados como “Rancho Izaguirre” a través de la plataforma YouTube Data Tools. Se seleccionaron aquellos con mayor número de vistas y reacciones, y se analizó el vocabulario utilizado en los títulos, lo que permitió identificar narrativas frecuentes y enfoques predominantes desde el amarillismo hasta el activismo.

La creación de contenidos relacionados al tema se inició el 8 de marzo de este año y llega al pico de creación de videos el 21 de marzo. Además, es interesante cómo, aunque la mayoría de los videos está dentro de la categoría de noticias y política, muchos videos posicionados con alto nivel de vistas y likes pertenecen a otras categorías como entretenimiento, música y blogs.

Se pueden identificar patrones tanto en la desinformación como en la construcción de teorías de conspiración en torno al caso del Rancho Izaguirre por su carga emocional, su complejidad y su relación con temas sensibles como la violencia, el crimen organizado o la negligencia estatal.

Cuando hay poca información confirmada por autoridades o medios confiables, el vacío informativo se llena fácilmente con rumores, suposiciones o versiones sin sustento. En varios títulos de videos analizados se utilizan frases como “se dice que”, “hay quienes afirman” o “todo apunta a que”, que se utilizan para sembrar duda o sospecha sin comprometerse con una afirmación clara.

Las teorías de conspiración tienden a conectar hechos aislados o sin relación directa para sostener una narrativa más amplia, como decir que hay una red encubierta detrás del caso o que se está encubriendo “algo más grande”. Muchas teorías se alimentan de una percepción ya existente de que las autoridades ocultan la verdad, lo cual refuerza la idea de que nunca sabremos que pasó realmente.

Algunos videos o noticias sensacionalistas se comparten mucho más que los reportes serios o confirmados, lo que amplifica versiones distorsionadas de los hechos.

Los peritajes en el Rancho Izaguirre. Fotografías: Coordinación de Seguridad del Gobierno de Jalisco (Flickr).

Narrativas que construyen memoria

El caso del Rancho Izaguirre se ha convertido en un punto crítico del panorama social, político y mediático en México, al evidenciar no solo las atrocidades posiblemente cometidas en el sitio, sino también la desconfianza estructural hacia las autoridades, el poder de las narrativas digitales y el papel activo de la sociedad civil. La combinación de hallazgos estremecedores, respuestas institucionales poco claras y el uso intensivo de redes sociales para discutir el caso ha generado un entorno fértil para la desinformación, la especulación y la construcción de teorías de conspiración.

El análisis del contenido en YouTube, particularmente a través de las visualizaciones de videos, títulos y comentarios, revela cómo las narrativas más sensacionalistas y emocionalmente cargadas con adjetivos como “horror”, “valiente” o “exterminio” tienden a captar más atención y generar más interacción, incluso si carecen de rigor informativo. Esta dinámica mediática favorece el amarillismo y debilita la construcción de una memoria colectiva informada y crítica.

Esta herramienta busca ser una invitación a mirar críticamente el entorno digital, reconociendo que en internet también se teje la historia de las víctimas. Las fosas no solo están en la tierra; también en el silencio, la saturación informativa o el morbo.

* Este trabajo fue producido en el marco del Observatorio de la comunicación en el semestre Primavera 2025. La autora del presente artículo es estudiante de la licenciatura en Periodismo del ITESO.

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