El misterio de New England

Foto: www.patriots.com

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Han pasado siete semanas de la temporada 102 en la historia de la NFL y no ha podido ser más espectacular. Muchas caras nuevas levantan la mano para lograr conformar un equipo tan fuerte que imponga respeto más allá de una temporada como los fueron los New England Patriots por 20 años de la mano de Tom Brady y Bill Belichick.

Después de la despedida del mejor quarterback de todos los tiempos, los Patriots tuvieron que entrar en etapa de reconstrucción y aceptar que, durante los últimos dos años, Tom Brady cargaba a ese equipo en sus hombros, un equipo que no tenía receptores más allá de Julian Edelman, pero que al llegar a play-offs se convertían en depredadores cazando a su presa sin importar a quién tuvieran en frente, si Aaron Rodgers o Drew Brees.

Brady llegó a Tampa Bay y no ha hecho mas que reafirmar que no ha existido un QB mejor que él en la NFL, pero ¿y los Patriots? ¿Qué será de ese equipo que marcó una dinastía única en el fútbol americano?

La realidad del equipo de Bill Belichick es la de un equipo que nadie sabe si darán un salto a ser un equipo competitivo en su conferencia o sólo ser un equipo incómodo que vivirá del “casi ganamos ese partido”. Ambos escenarios son mediocres para un equipo como los New England Patriots, pero en una liga como la NFL y después de tantos años de ser el gigante a vencer, no podíamos esperar que el equipo no cayera en algún momento.

Las pésimas elecciones de draft en años pasados y la idea conservadora e irrefutable de Bill Belichick hacen que el regreso a las portadas sea difícil, sin embargo, el camino es largo y este equipo está plagado de buenos jugadores que si logran entrar en un sistema, pueden ser un equipo muy peligroso. Jonnu Smith, Hunter Henry, Nelson Agholor, Kendrick Bourne, Matt Judon, son los nombres más importantes que llegaron en la agencia libre, después vino el draft y milagrosamente se lograron quedar con Mac Jones en el pick 15 de la primera ronda.

El año pasado, de la mano de Cam Newton, es decir, sin equipo, los Patriots lograron un récord de 7-9 y tocaron el punto más bajo de su proceso. Hoy el récord es 3-4 en la semana 7, y solo el partido frente a los Saints no era ganable en términos del juego en curso, ¿los demás? 17-16 frente a Miami, 17-19 frente Tampa Bay, y perder en tiempo extra contra los Cowboys. Las victorias morales no existen y sería gracioso aceptarlas de un equipo al que todos los años se le tiene que exigir Super Bowl.

Si bien, los New England Patriots no están listos para garantizarle a su afición tal exigencia, sí están listos para devolverles la esperanza de ya no sufrir por un QB. Hoy Mac Jones es una realidad, a pesar de ser un novato, sus actuaciones y sus números dan la impresión de que el proceso de encontrar mariscal de campo en el que muchos equipos tardan más de cinco años, Nueva Inglaterra lo hizo en un solo draft.

Este equipo sigue siendo un misterio entre que sus fichajes no terminan por despegar, la actitud conservadora de Belichick y McDaniels (coordinador ofensivo), y el proceso del novato Mac Jones, pero si de algo estamos seguros, es que, de llegar a su mejor nivel, los Patriots pueden romper muchas expectativas y volver a poner rojos a sus históricos detractores y odiadores.

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