[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.7″ _module_preset=”default”][et_pb_row _builder_version=”4.10.7″ _module_preset=”default” max_width_last_edited=”on|desktop” max_width=”605px” hover_enabled=”0″ sticky_enabled=”0″][et_pb_column _builder_version=”4.10.7″ _module_preset=”default” type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”4.10.7″ _module_preset=”default” hover_enabled=”0″ sticky_enabled=”0″]

El único sonido que extrañaba

“Un campeón es alguien que se levanta cuando no puede.”   – Mike Tyson 

Durante 2020 todos los eventos deportivos a nivel mundial se cancelaron o pospusieron y, los pocos partidos y ligas que decidieron continuar se reanudaron a puerta cerrada. Sin aficionados alentando a sus equipos y jugadores favoritos, con atletas al borde de hacer historia y escribir su nombre en letras doradas, pero sin nadie para presenciarlo.

En ningún momento de esta difícil situación he pretendido priorizar el espectáculo por sobre la salud de población general. Fui el primero en aplaudir la serie de medidas de entre las cuales se incluía la clausura de estadios para eventos culturales y deportivos. Sin embargo y, como bien dice el dicho, “uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Como estudiante universitario y aficionado del mundo del deporte también fui el primero en aplaudir la decisión de reanudar calendarios deportivos y “volver” a los estadios, aunque se ocupase únicamente un porcentaje del total de las localidades disponibles.

Gracias Medvedev por regalarnos una historia de “cenicienta” y arrebatarle el “Golden grand slam” a un Djokovic que, durante todo el año, nos demostró ser un animal de competencia y el tenista más dominante del momento.

Gracias a Max Verstappen, Lewis Hamilton y todos los integrantes de los equipos de Red Bull y Mercedes por regalarnos la mejor temporada de Fórmula 1 de los últimos 10 años. Gracias “Checo” por “rompértela” y regalarle al aficionado mexicano el primero podio de un compatriota en territorio nacional.

Gracias al Comité Olímpico Internacional y a la organización en conjunto con Japón para efectuar uno de los juegos olímpicos más trascendentes de la historia. Gracias por esa magnífica postal en la disputa por la medalla de oro del salto de altura en Tokio. Gianmarco, Mutaz, gracias por conmover a una generación completa y demostrar compañerismo y deportivismo al compartir la medalla de oro.

Gracias Cristiano por regresar a casa y seguir siendo Cristiano. Gracias Leo por seguir siendo el mejor del mundo lejos de tu “casa” y pese a los intereses incongruentes de aquellos que juraron defenderte. Gracias Di María, “Papu”, Palacios, y De Paul por ayudar al más grande a levantar un trofeo con la “albiceleste”. Gracias Lewandowski por seguir marcando goles espectaculares pese a la falta de reconocimiento de tu calidad individual.

Gracias Cruz Azul por demostrar que el trabajo duro y la consistencia te pueden llevar a acabar con rachas que parecen maldiciones. Gracias Atlas por pintar “la otra mitad” de mi querida Guadalajara tras más de 20 años de no tener la dicha y la alegría de llegar a una final.

Las hazañas y eventos realizados dan para agradecer durante 5 páginas seguidas y, sin embargo, quizá el reconocimiento más importante no sea merecido por ninguno de ellos. Gracias a todo el personal de salud, médicos, enfermeros, paramédicos y voluntarios que han estado al frente del “partido” más importante de la historia humana contemporánea. Sin ustedes, esa ilusión y alegría de volver a los estadios seguiría siendo un anhelo.

Seguramente y, debido las variantes de la enfermedad (como la OMICRON), habrá prohibiciones y medidas cautelares similares a las de hace dos años que eviten la presencia de aficionados en complejos deportivos. Hasta que podamos regresar, gracias por regresarle alegría y la posibilidad de distraerse a miles de aficionados por todo el mundo que, con su aliento, apoyo y griterío incondicional, le dan vida a gigantes de concreto que los extrañan más a ellos que a los atletas protagonistas de sus respectivas disciplinas.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *