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“Todo el mundo va a hablar, especialmente cuando eres mujer y estás destacando”

Su amor por el automovilismo la llevó a liderar como capitana el equipo universitario ITESO Karting, donde enfrentó desafíos debido a su juventud y género en un ámbito dominado por hombres. A pesar de los prejuicios, su perseverancia, empatía y enfoque en una buena comunicación le han permitido ganarse el respeto de su equipo. Hoy, Georgina sigue impulsando el crecimiento del equipo, que ha logrado convertirse en el primer equipo universitario en competir en una categoría mundial.


Grecia Zamarripa Aguirre

A los 11 años, mientras veía por televisión una intensa batalla en la pista entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, Georgina Moreno Hernández descubrió su pasión por las carreras. Aquella rivalidad encendió en ella un interés que fue creciendo con cada vuelta y cada adelantamiento. Hoy, con apenas 20 años y como estudiante de Ingeniería Mecatrónica, Georgina no solo mantiene su amor por el automovilismo, sino que ha llegado a liderar como capitana dos equipos universitarios de karting. Desde ese amor a primera vista hasta su actual
posición con el equipo de ITESO Karting, su historia es un testimonio de cómo la pasión puede guiar el camino hacia el éxito.

En la secundaria, Georgina comenzó a hablar de karting con un amigo y un profesor. A pesar de ser una chica joven, su pasión sorprendió a quienes la rodeaban. Un maestro, incluso, le dijo a su madre que la dejara seguir con su interés, pues le sorprendía cuánto sabía sobre carreras. Fue entonces cuando, gracias a su novio Dani, quien ya estaba involucrado en la Fórmula SAE en el ITESO, comenzó a asistir a entrenamientos y a involucrarse con el equipo ITESO Racing.

Su camino hacia convertirse en capitana no fue fácil. Georgina aprendió a no rendirse ante el “no” de los demás. A lo largo de la prepa, un profesor le enseñó a enfocarse en encontrar un “sí” en lugar de quedarse atrapada en los obstáculos. Aunque al principio idealizaba tener un equipo unido como una familia, pronto se dio cuenta de que no todos compartían esa visión: enfrentó el reto de ganarse el respeto de algunos, quienes no la tomaban en serio por ser más joven y mujer.

A pesar de los prejuicios, Georgina no se dejó desanimar. Su amistad y relación profesional con Fer Casillas, el ingeniero del equipo, fue crucial, ya que él fue uno de los pocos que la escucharon y le dieron la oportunidad de colaborar. Aunque a menudo se topó con actitudes difíciles, Georgina persistió y, con el tiempo, logró ser respetada dentro del equipo.

En su rol de capitana, Georgina aprendió a lidiar con las diferencias de personalidad, pero también descubrió que no es fácil ser mujer en un ámbito dominado por hombres. Recuerda que, cuando destacaba, siempre había comentarios y juicios. Pero aprendió a no dejar que eso la afectara.

“Todo el mundo va a hablar, especialmente cuando eres mujer y estás destacando. Si te concentras en eso, te hundes”.

Hoy señala que hay dos opciones: rendirse o demostrar lo que eres capaz de hacer. En un momento crítico, un compañero le dijo que no trabajaría con ella solo por ser mujer, pero Georgina no permitió que eso la desanimara, se dijo a sí misma: “Si eres tan valiente, ¿por qué no lo has hecho tú antes?”.

En cuanto a las dificultades emocionales que enfrentó, reconoce que su sensibilidad es parte de ella. “Sí soy sentimental: si me dicen algo, voy a llorar. Pero eso no me debilita; al contrario, he aprendido a reconocer que esas emociones no me hacen menos capaz”. Su estilo de liderazgo, centrado en la empatía, la lleva a conocer y apoyar a los miembros de su equipo.

“Me gusta saber cómo están, entender sus problemas”, cuenta, pues sabe que las emociones pueden afectar el rendimiento.

El respeto, la comunicación abierta y el trabajo en equipo son fundamentales para ella. “Sin respeto, no hay nada. El trabajo en equipo es esencial, porque todos dependemos de los demás: los mecánicos, los pilotos, los que se encargan de la logística. Aprendemos todos de todos, y eso es lo que nos mantiene creciendo como equipo”.

En cuanto a sus responsabilidades como capitana, Georgina coordina desde la logística hasta las redes sociales, lo que le permite tomar decisiones informadas sobre cada área del equipo. “Es un trabajo multifacético, y estar al tanto de cada área es lo que me permite tomar decisiones informadas”.

A pesar del estrés que implica su rol, Georgina sabe desconectar, y gran parte de ese alivio lo encuentra en su familia, que siempre ha sido su pilar.

“Mis padres nunca me presionaron. Me dejaron explorar el mundo y apoyarme en lo que necesitara”, explica, destacando que esa libertad le permitió aprender de sus propios errores.

Georgina se muestra optimista sobre el futuro del equipo de ITESO Karting.

“En el mundo universitario, no hay ninguna universidad que tenga un equipo de karting: somos el primer equipo que está participando en una categoría mundial en México. Es algo que abrimos nosotros aquí y la verdad espero que siga creciendo”, dice con entusiasmo.

La participación del equipo ha despertado el interés de otras universidades, lo que significa un crecimiento continuo. Por eso tiene grandes planes para el equipo.

“Queremos que la próxima generación continúe este trabajo, y con todo lo que hemos avanzado, creo que dentro de dos años estaremos en una posición mucho más competitiva en el nacional”.

A pesar de las dificultades, su visión de un equipo unido sigue intacta. Aunque el camino ha sido complicado, su motivación es clara: crear un grupo de trabajo que se sienta como una familia.


Redes sociales:
@iteso.karting
@iteso.racingteam

* La autora es estudiante de la licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO.

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