Frío invierno en París y en Madrid
Los equipos potencia son aquellos que tienen como objetivo (o incluso algunos la obligación) de ganar todo torneo que disputen. Han sido pocos los que han logrado conseguirlo, y es por ello que han logrado marcar historia en el futbol. Al final es todo lo que una institución desea; dejar huella en la disciplina y que se les recuerde con grandeza.
El FC Barcelona y el FC Bayern de Múnich son los únicos equipos que han logrado ganar toda copa disputada en un mismo año, mientras que otros equipos históricos como el Real Madrid CF, Manchester United FC, Juventus FC, entre otros, se han quedado cerca. Con el pasar de los años, y con el crecimiento del deporte en general, nuevos inversionistas han visto una oportunidad en el futbol. Los casos más famosos de dichas inyecciones económicas son los del Paris Saint-Germain y Manchester City. Equipos que antes de ser adquiridos por tales inversores, no tenían la capacidad económica que les permitiera desarrollar un proyecto que impulsara al equipo a aspirar a lo máximo en cuanto a resultados y campeonatos. A partir de sus llegadas y de los fichajes de jugadores estrellas, las exigencias también han aumentado.
Dos equipos que hoy en día son de los que tienen la exigencia de ganar todo lo que juegan son el Paris Saint-Germain y el Real Madrid CF, por todo lo que representan en la actualidad, por la economía con la que cuentan, y probablemente lo más importante, los jugadores de talla mundial que tienen en sus filas. Pero hoy, hay dos cosas que tienen en común: ambos ya fueron eliminados de sus respectivas copas nacionales, frente a equipos con mucho menor poder adquisitivo y en el papel, más “débiles”. La otra en común es que tienen que enfrentarse en los octavos de final del torneo más importante a nivel de clubes del mundo, y el que para ambos, es el objetivo principal año tras año; la UEFA Champions League. Perder la eliminatoria no solo representaría un fracaso en el torneo, sino que representaría el fracaso de todo un año, pues una derrota significa despedirse de la posibilidad de jugar la Supercopa de la UEFA, además del Mundial de Clubes de la FIFA, además de sus recientes eliminaciones en sus respectivas copas nacionales. De seis posibles títulos solo aspirarían a dos, algo que para muchos aficionados, sería reprobable, a tal grado de pedir la destitución de sus respectivos entrenadores.
Las circunstancias de los dos equipos es muy distinta y a pesar de que ambos tienen hasta cierto puntos exigencias parecidas, no son las mismas. Por un lado el equipo francés no ha logrado lo que se ha esperado desde hace una década cuando empezaron a armar el equipo con grandes jugadores. El director técnico, Mauricio Pochettino, no ha estado a la altura del equipo y de la plantilla. Su gran paso por el Tottenham Hotspur no es un argumento suficientemente sólido como para pensar en que el salto al PSG tendría como resultado el campeonato de la Champions. No sabía lo que era ganar títulos como entrenador antes de su llegada al equipo parisino, y a pesar de que ya consiguió una Copa y una Supercopa francesa, ha sido en el lapso de temporada y media, cuando el equipo estaba acostumbrado incluso a ganar más títulos locales.
El caso con el Real Madrid es diferente, la exigencia por su historia y grandeza es más mayor que la del PSG, sin embargo, no han tenido los mismos refuerzos y eso no es un tema menor. Si bien, los merengues cuentan con una plantilla espectacular, hay áreas en donde tienen que reforzarse para regresar a ser el temible equipo que fueron la década pasada. Sin embargo, ser el club más grande de la historia no es poca cosa, y hacerse llamar de esa manera representa una presión que solo puede ser domada por la obtención de campeonatos, y eso no significa una o dos copas al año, sino a lo que ya han hecho dos de sus rivales más fuertes en las ligas nacional e internacional, como los son el Bayern de Múnich y el Barcelona.
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