“El ballet es la danza de la perfección”

El bailarín Raúl Pedraza tiene una filosofía personal que mezcla su pasión por el boxeo y las artes marciales con el ballet, que es a veces más demandante

Friné de Anda

Es movimiento, fuerza y precisión; tiene una complexión que pareciera hierro, pero esbelta como una pluma; Raúl Pedraza tiene 28 años y ha pasado toda su juventud construyendo una filosofía que le permite pensar en la complejidad de la vida, pero no desde un escritorio o desde libros, sino desde su pasión más grande: el ballet, al que se dedica actualmente.

La mamá de Raúl es doctora en derecho y ella quería la abogacía para el futuro de su hijo, pero el bailarín dice que ella aceptó su decisión profesional. “Necesitas iniciar joven si lo que quieres es ser un bailarín de ballet profesional; yo puedo estudiar neurociencias cuando sea más grande, pero el cuerpo se desgasta más rápido que la mente; por eso elegí danzar”.

Su papá es agricultor en Quintana Roo; Raúl piensa que es triste que en su estado la gente suela dedicarse a lo mismo que sus progenitores sin abrir nuevas oportunidades profesionales: “La sociedad va a cambiar cuando esa apertura de ideas ocurra”.

Señala que, en su opinión, la base para una mejor sociedad son la cultura y el deporte, pues en estas dos actividades están la imaginación y la creatividad. “Nuestra mente es fuente de receptores; si le dices a un niño que no puede hacer otra cosa de la que ya sabe hacer, su mente se va a cerrar”.

Raúl Pedraza. Fotografía: R.A.W. Estudio, cortesía de Raúl Pedraza.
Raúl Pedraza. Fotografía: R.A.W. Estudio, cortesía de Raúl Pedraza.

A los 19 años comenzó su carrera en la Academia de Ballet de Quintana Roo y desde allí decidió perseguir su sueño más grande: ser bailarín profesional. Para Raúl el ballet ha sido un modo de explorar su pasión; además las artes marciales, y específicamente el boxeo, han sido un punto clave para descubrir su propósito en la vida. Combinar ambas actividades le ha permitido conocerse a sí mismo y desarrollar todo su potencial.

Hoy, su filosofía de vida es: “Pelear es danzar, la atracción artística es el poder pensar en el siguiente movimiento. Yo decidí vivir de acuerdo a mis gustos: complacer a mi persona y no lo que los demás esperaban que yo fuera; lo que sienta, voy a hacerlo con dedicación y determinación. Va a haber obstáculos, hay que moverse con fluidez, no chocar para no dejar de estar avanzando”.

También acepta que perseguir este sueño ha supuesto una lucha contra otros factores; por ejemplo, la distancia con su familia y amistades, pues en ocasiones lo orillan a descuidar su salud física y emocional. Algo que no puede permitirse por las exigencias propias de su disciplina. “El ballet es la danza de la perfección”, dijo al explicar cuán demandante y emocionante puede llegar a ser su carrera.

“Mentalmente, el ballet es muy duro; tienes que estar muy fuerte emocionalmente, muchas horas de entrenamiento al día. No es lo mismo que ir a trabajar a una oficina: duermes para rendir en el ballet, comes para rendir en el ballet; si no tienes un control sólido de respirar y una red de apoyo, te ahoga”.

Raúl llegó a Guadalajara en enero de 2023 y desde entonces ensaya en el Foro de Arte y Cultura, el teatro de la Secretaría de Cultura estatal ubicado frente al Code Jalisco. Los policías de la entrada lo reconocen como uno de los bailarines que integran el Ballet de Jalisco, pero él sueña con que Guadalajara sea uno de sus muchos pasos profesionales, pues su mayor ilusión es ir a una academia de ballet en Europa.

* La autora es estudiante de la licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO.

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