Epic Games y las bondades de sus métodos “transgresores”

Foto: @Fornite_ES

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Cuando un videojuego es exitoso, siempre se debería hablar primero del buen trabajo de los desarrolladores, pues son quienes se empeñan en pulir cada aspecto técnico y visual del título para entregar una experiencia de juego que cumpla con las expectativas de los usuarios. En el caso de Epic Games, y más en específico de Fortnite, las razones de su éxito, aunque influenciadas por la buena calidad técnica del juego y su buen diseño, se pueden entender mejor si se analiza la estrategia publicitaria que desde 2018 les ha permitido mantener una plataforma de usuarios activa enorme, a la par de que se posiciona como uno de los juegos más transmitidos en la plataforma Twitch y ha logrado incursionar en el mundo de los eSports con el Fortnite Champion Series y la Fortnite World Cup. Eventos especiales de Marvel y Star Wars, conciertos de artistas como BTS y Travis Scott durante el confinamiento por COVID-19, inclusión de trajes y bailes referentes a distintas expresiones de la cultura pop, son solo un par de ejemplos de lo que le ha permitido a este juego comercializarse como pocos, siendo la expresión más clara de lo que es un juego como servicio (modelo de pago constante y actualización casi permanente de contenido en un mismo título).

Fortnite no fue el primer Battle Royale, pero si el que posicionó al género como la nueva moda de la industria; Unreal Engine no fue el primer motor de desarrollo de videojuegos, pero sí uno de los de más fácil acceso en la actualidad y una herramienta utilizada por los nuevos desarrolladores independientes y por las grandes empresas; incluso Fortnite no fue el primer título que decidió incorporar el formato cross-play (juego entre distintas plataformas como PC, Xbox, Playstation), pero fue la apuesta de Epic por este modelo lo que provocó que otros títulos adoptaran esta tendencia, como Call of Duty, Halo, Apex Legends, entre otros.

Todo esto, combinado con el lanzamiento de la Epic Games Store en ordenadores, plataforma que pretende competir contra Steam en el servicio de compra de videojuegos, ha construido una narrativa que suele presentar a esta empresa como transgresora de las formas ya establecidas. Incluso decidió adoptar esta imagen durante su campaña publicitaria en contra de Apple luego de que eliminaran Fortnite de iOS por incluir métodos de pago externos a la App Store.

Durante todo el tiempo transcurrido entre que salió a la luz este escándalo y la resolución del caso, se hizo más que presente que todo influenciado por un conflicto de intereses entre ambas empresas debido a las ganancias que estas obtenían gracias a Fortnite, más allá de la imagen que Epic Games buscaba crear de sí como la “salvadora” de la industria o de una luchadora en pro de los usuarios. El importe de 30% por cada transacción hecha en el juego desde la App Store, el cobro extra que Playstation hace a Epic Games por permitir el cross-play en su plataforma y otros pagos a terceros que reducían sus ganancias brutas, fueron los factores principales de este conflicto. Aún y cuando la resolución del juicio obliga a Apple a permitir métodos de pago externos a la App Store, una de los principales quejas de todo esta problemática, Tim Sweeney, CEO de Epic Games, respondió en Twitter que lo de aquel día no fue una victoria. Quizás tenga que ver con el hecho de que la corte los obligó a pagar el 30% de los ingresos de la empresa por violar el contrato que tenían con Apple.

El caso de “empresa millonaria se presenta como pro-consumidora” para luego ser desmentida no es nada nuevo, pero en este caso particular nos permite poner en perspectiva el rol que juega una empresa como Epic Games en el contexto actual de los videojuegos. Los beneficios que sus tácticas empresariales han traído son innegables, y esas bondades se extienden a todas las facetas de la industria, como lo son los deportes electrónicos.

Es necesario tener presente que, al vivir en un contexto capitalista que fomenta la competencia entre las grandes empresas, las acciones transgresoras de Epic Games no significan que estén impulsadas por el simple deseo de ayudar a los consumidores. Al final del día, estas empresas pelean por sus intereses, y si eso implica un resultado positivo o negativo para los usuarios, no es algo que realmente les preocupe.

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