Primovotantes: entre el activismo, la familia y las redes sociales
Jóvenes. Fundamentales en las elecciones del 2024. Entre opiniones, cifras y prejuicios, este sector de la población está en boca de los políticos. Acusados de indiferencia por la supuesta falta de participación, al menos en la política institucional, lo cierto es que si se involucran o no en la vida pública es una pregunta que sólo ellos pueden responder. Conversamos con varios de ellos, que podrán votar por primera vez en este proceso electoral, en distintos municipios de Jalisco.
Nubia Villaseñor y Diego Aguirre Mora
Ella es artista, pintora; su mamá es maquillista y ella su aprendiz. Camila estudia ciencias de la comunicación y tiene 18 años, todos vecinos de la zona turística de Tlaquepaque, justo al lado del Parián. Forma parte de un colectivo feminista y cree que la manera de adentrarse en el mundo político, al menos para su generación, es a través de causas sociales, nunca por medio de partidos políticos: “Somos una generación más liberal, una generación que se interesa más en problemas como el feminismo y el medio ambiente”. Para su generación, el interés por los movimientos sociales es una introducción al mundo político en México. Una manera de pensar que crea resistencia, de elaborar estrategias fuera de las instituciones, en las que al menos 75% de los jóvenes que habitan en la Zona Metropolitana de Guadalajara confía poco o nada (según la Encuesta Bienestar de Jóvenes en GDL de 2021 realizado por Jalisco Cómo Vamos).
La doctora Rossana Reguillo, investigadora en ciencias sociales especializada en los estudios de la juventud, coincide con Camila; desde su perspectiva, la participación juvenil no se encuentra en lo electoral, y de manera especial en el proceso actual: “Llegamos al 2024 con una desarticulación muy impresionante; esto no significa que los jóvenes no tengan interés, lo que quiero decir es que estos seis años han ocasionado un repliegue de las juventudes al ámbito de lo micropolítico”, aclara, al referirse a la participación juvenil en temas relacionados con causas y problemas sociales.
Los jóvenes entre 18 y 29 años de edad representan un grupo demográfico clave. Son más de 26.6 millones de mexicanas y mexicanos que cuentan con una credencial del INE vigente, pero están lejos de responder a un solo perfil. Zoad García, consejera electoral del Instituto Electoral de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC), llama la atención sobre una distinción al interior de ese grupo: los primovotantes, de 18 y 19 años, tienen un pico alto de participación electoral: “En 2018, el 65% de las personas de este grupo etario votaron, a diferencia del grupo entre los 20 y 29 años, donde solo 53% asistieron a las urnas”.
Se ha discutido a lo largo de este proceso electoral en una campaña constante por convencer a este grupo etario de ejercer su derecho, pero, ¿realmente se conocen los intereses de los primovotantes? Para tener claridad del actual panorama político, platicamos con jóvenes que habitan en distintos municipios de Jalisco que participarán por primera vez en estas elecciones.
Activismo, familia y redes sociales
De acuerdo con Rossana Reguillo, existen tres modos en que los jóvenes se acercan a la política.
El primero es a través de su interacción en redes sociales, como es el caso de Mariana, de 21 años, que vive en Tonalá y trabaja en una paquetería; gran parte de la información que tiene sobre la vida pública viene de TikTok y Facebook. “Que los jóvenes consuman información a través de TikTok no los hace para nada tontos”, advierte Reguillo.
El segundo acercamiento de los jóvenes a la política es a través de la familia: “Si es una tradición familiar acudir a votar o si su familia está más politizada, entonces repercute, porque en estas personas seguir esta tradición familiar es tener un compromiso cívico”, comenta Zoad García, consejera electoral del IEPC.
Diego, de Puerto Vallarta, tiene 18 años y estudia la preparatoria; vive en una casa donde la política es un tema central. Su mamá trabaja en el DIF local y su padrastro tuvo un cargo a nivel municipal; la opinión de ambos influye en su conocimiento: “La información que más he consumido es por parte de mi padrastro”. Aunque su interés por la política no es igual que el de su familia, Diego reconoce que se inclina a votar por los candidatos a los que apoyan en casa: Xóchitl Gálvez para la Presidencia y Pablo Lemus para gobernador de Jalisco; sin embargo, está abierto a escuchar propuestas de los demás candidatos: “El voto es secreto y es mío, a lo mejor mi padrastro me puede indicar algo y puedo escuchar su consejo, o no, y yo votar por alguien más”.
El tercer acercamiento de los jóvenes a la política es a través del activismo: “A mayor involucramiento en el activismo, mayor conciencia de los impactos que suceden en la esfera pública”, destaca Reguillo. Para Camila, por ejemplo, las propuestas de los candidatos deberían estar enfocadas en causas sociales: “Me faltan propuestas para la comunidad LGBTQ, para el feminismo”. En esto coincide Mariana, quién se refiere a las propuestas actuales como inestables: “Las otras generaciones están muy acostumbradas a estas propuestas”.
Desencanto de la política
“El hecho de que los chavos estén totalmente desencantados de esa situación no es culpa de ellos, es de los políticos”, comenta Reguillo.
El desencanto del que habla la investigadora se ejemplifica con Bryan, de 21 años y originario de Arandas, que atiende un negocio de tenis propio y quien tiene nulo interés por la vida pública, al grado de no descartar la posibilidad de vender su voto. “No sé si vendería mi voto, tal vez en algún punto lo haga”.
El mayor interés por la vida pública no implica menor desencanto por la política partidista. Camila, por ejemplo, considera que para que ella sienta confianza en un candidato y logre emitir un voto convencida de su decisión debe existir una sinceridad que no reconoce hoy: “Siento las propuestas muy vacías, solamente están diciendo lo que a la gente le gusta oír, y a un sector muy específico”.
¿Se puede convencer a un joven de votar?
Estamos, al parecer, en un periodo en que los jóvenes no le encuentran razón al voto; saben que es importante, pero no reconocen un sentido que los haga involucrarse en la vida pública. “En 2012 y 2018 el voto sí tenía sentido para los jóvenes. Hoy veo que ese sentido está roto”, comparte Reguillo.
En un intento por lograr que los jóvenes le encuentren sentido a la política institucional y salgan a votar, el IEPC implementó estrategias en redes sociales, como la campaña #ALV, “que invita a los jóvenes a ir A La Votación, con un lenguaje claro, sencillo, sin tanto tecnicismo”, dice Zoad. Se recurre a animaciones, ilustraciones, comedia y videos cortos.
¿Lograrán las estrategias del IEPC, las campañas políticas y los debates llevar a las urnas a los primovotantes de Jalisco?
Para intentar responder a esa pregunta, entrevistamos a un grupo de jóvenes del estado que viven en distintos municipios y tienen distintos perfiles sociodemográficos. La primera ronda de entrevistas se realizó en tiempos de precampaña, donde nos encontramos con una mayoría de primovotantes que tenían una ligera noción o incluso nula sobre los cargos que elegirían en la boleta. Las elecciones llegaron, y con ellas la incertidumbre de por quién votar. Éste es su retrato, a unos días de que voten por primera vez, o no.
* Los autores son estudiantes de la licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO.
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